Descubre las mejores joyas ocultas de Lisboa Lisboa es una ciudad con abundantes monumentos culturales e históricos, pero algunas de las mejores partes de la ciudad no son tan conocidas. Como lisboeta, he pasado incontables horas explorando la ciudad y he encontrado algunas joyas ocultas que sin duda merece la pena visitar. He aquí una guía de algunos de mis lugares favoritos menos conocidos de Lisboa.
Situado en el barrio de Belem, el Jardim Botânico Tropical es un tranquilo oasis con plantas y árboles exóticos de todo el mundo. El jardín se creó en el siglo XIX como lugar de estudio y cultivo de plantas tropicales, y desde entonces se ha convertido en un lugar muy apreciado por los lugareños para relajarse y escapar del ajetreo de la ciudad. El jardín tiene varias secciones diferentes, como un palmeral, un jardín de bambú y una colección de plantas raras de Brasil.
LX Factory es un antiguo complejo industrial que se ha transformado en un centro creativo para artistas, diseñadores y empresarios. El complejo alberga una gran variedad de tiendas, restaurantes y galerías, y tiene un ambiente animado perfecto para explorar. Encontrarás de todo, desde ropa vintage y cerámica hecha a mano hasta arte contemporáneo y objetos de diseño. El complejo también tiene varios bares y cafeterías donde puedes tomar una copa o comer algo.
El Miradouro da Graça es un mirador situado en el barrio de Graça que ofrece vistas panorámicas de la ciudad. El mirador no es tan conocido como otros miradores de Lisboa, lo que significa que suele estar menos concurrido y es más tranquilo. Desde aquí puedes ver toda la ciudad y el río Tajo, y es especialmente bonito al atardecer.
La Casa Fernando Pessoa es un museo dedicado a la vida y obra del poeta más famoso de Portugal, Fernando Pessoa. El museo está situado en el barrio de Chiado, y es una visita obligada para cualquier persona interesada en la literatura o la cultura portuguesas. El museo se encuentra en el apartamento donde Pessoa vivió los últimos 15 años de su vida, y está lleno de objetos personales, fotografías y manuscritos.
El Mercado de Campo de Ourique es un mercado de barrio muy popular entre los lugareños, pero a menudo pasado por alto por los turistas. El mercado tiene una gran variedad de puestos de comida, como marisco fresco, queso y embutidos, así como algunas tiendas de artesanía y regalos. Es un lugar estupendo para probar algunos de los platos tradicionales de la ciudad, como las sardinas asadas o el bacalhau (bacalao salado).
El Museu Nacional do Azulejo es un museo dedicado al arte de los azulejos portugueses, o azulejos. El museo se encuentra en el barrio de Alfama, y está ubicado en un antiguo convento decorado con impresionantes ejemplos del arte del azulejo. La colección del museo incluye azulejos desde el siglo XV hasta nuestros días, y es un lugar estupendo para conocer la historia y las técnicas de esta importante forma de arte portugués.
Plaza de las Flores es una pequeña plaza situada en el barrio de Príncipe Real que está rodeada de cafés y restaurantes. La plaza está llena de árboles y flores, y es un lugar popular para que los lugareños se reúnan y se relajen. La plaza también alberga un mercado semanal de agricultores, donde puedes encontrar productos frescos, pan y flores.
En conclusiónLisboa es una ciudad que esconde innumerables joyas por descubrir. Aunque sin duda merece la pena explorar los monumentos culturales e históricos, aventurarse fuera de los caminos trillados te descubrirá una faceta totalmente nueva de la ciudad. Desde el sereno Jardim Botânico Tropical, que ofrece una escapada tropical dentro de la ciudad, hasta la vibrante Fábrica LX, un centro creativo rebosante de energía artística, hay algo para todos los gustos en los lugares menos conocidos de Lisboa.
Para disfrutar de unas vistas impresionantes de la ciudad, el Miradouro da Graça ofrece una alternativa tranquila y menos concurrida a los miradores populares, permitiendo a los visitantes empaparse de la belleza de Lisboa a su propio ritmo. La Casa Fernando Pessoa ofrece una visión única de la vida del amado poeta portugués, mientras que el Mercado de Campo de Ourique presenta una perspectiva local con sus sabores auténticos y su bullicioso ambiente de mercado.
Profundizar en la arte y cultura de Portugal, el Museu Nacional do Azulejo muestra el cautivador arte de los azulejos portugueses, mientras que la Praça das Flores invita a los visitantes a relajarse en una encantadora plaza rodeada de cafés y restaurantes, que ofrece un escenario perfecto para empaparse del ambiente local.
Al descubrir estas joyas ocultas, uno puede sumergirse realmente en la esencia de Lisboa y experimentar la ciudad más allá de sus famosos monumentos. Así pues, adopta el espíritu explorador y deja que estos lugares menos conocidos cautiven tus sentidos, dejándote recuerdos imborrables de una ciudad verdaderamente extraordinaria.
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